Pocos sectores tienen tanto peso en nuestra economía como el de la construcción. Según los últimos datos oficiales, el de la edificación y la obra civil representa el 6 por ciento del PIB español y da trabajo a cerca de 1,3 millones de personas.
Pero pese a su innegable peso en la economía, a las cada vez más estrictas normativas nacionales y europeas y a la sensibilidad creciente en favor de edificaciones más eficientes y respetuosas con el entorno, la construcción sigue lejos de asumir un papel activo en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
La Agenda 2030 y la construcción
Una circunstancia llamativa si añadimos que la Agenda 2030 recoge metas que interpelan directamente a un sector que produce un tercio de todos los residuos que genera la Unión Europea y que ha levantado un parque residencial que produce un tercio de las emisiones de contaminantes en el planeta: cerca de mil millones de toneladas de CO2 al año.
Según el informe La contribución de las empresas españolas al desarrollo sostenible elaborado por ESADE, solo entre el 30 y el 40 por ciento de las empresas españolas abordan los distintos ODS en sus balances anuales sobre sostenibilidad.
El ODS 9 (innovación) es analizado por el 60 por ciento de las empresas constructoras y de infraestructuras mientras que los objetivos 6 (agua), 8 (trabajo decente) y 11 (ciudades sostenibles) son solo tenidos en cuenta por la mitad. Un balance pobre.
En este artículo, el área de Sostenibilidad y Economía Circular de Inova quiere involucrar al sector de la construcción en la lucha contra el cambio climático y un desarrollo y progreso económico más sostenible.
Pero no sólo desde una posición moral, que también, sino desde una perspectiva que tiene en la rentabilidad y la eficiencia dos de sus argumentos más sólidos para que el sector se sume a la lucha por reducir el impacto de su actividad sobre el planeta.
La construcción tiene incidencia transversal sobre los ODS. He aquí algunos en los que la actividad constructiva está vinculada de una manera más clara.
- Salud y Bienestar de la sociedad (ODS 3)
- Agua limpia y saneamiento (ODS 6)
- Energía asequible y no contaminante (ODS 7)
- Trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8)
- Industria, innovación e infraestructura (ODS 9)
- Ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11)
- Producción y consumo responsables (ODS 12)
- Acción por el clima (ODS 13)
ODS 3: Salud y bienestar de la sociedad
Naciones Unidas considera fundamental para el desarrollo sostenible garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos los ciudadanos. Circunstancia que la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 no ha hecho más que confirmar.
En este sentido, el organismo propone que las empresas se impliquen en aumentar el número de trabajadores en plantilla que se benefician de los servicios de salud que ofrece la empresa y promocionen con programas específicos el acceso a un estilo de vida saludable.
El ODS 3 apela también a la necesidad de que para que un inmueble sea sostenible ha de ser confortable para sus residentes y cumplir con unos estándares mínimos de salubridad. Para ello es necesario apostar por los espacios abiertos, el empleo de luz natural y desterrar el empleo de revestimientos o pinturas contaminantes.
Además, subraya los beneficios que tiene para la propia compañía destinar parte de las inversiones financieras y en I+D+i a cuestiones relacionadas con la prevención de enfermedades crónicas.
Tragsa: una constructora sostenible I+D+i para promover la salud
Un buen ejemplo de buenas prácticas en materia de la promoción de la salud y el bienestar es el de Tragsa, una empresa constructora sostenible que lleva años apostando por proyectos de I+D+i para promover los hábitos saludables entre su plantilla.
Tragsa ha desarrollado la iniciativa T+Vida, un programa integral de fomento de la salud para sus trabajadores mediante el desarrollo de campañas específicas para la promoción de la actividad física, hábitos y alimentación saludables, mejoras en la salud mental y el desarrollo de óptimas condiciones laborales.
El objetivo es impulsar y consolidar una cultura preventiva en la organización para mejorar la salud de sus trabajadores y reducir los riesgos laborales.
Pero no solo eso: la empresa confía en generar oportunidades de negocio relacionadas con la prevención de riesgos laborales incluyendo en su programa de I+D+i el desarrollo de productos para evitar accidentes y dolencias vinculadas a la actividad laboral. Propuestas que, además, la propia empresa puede llevar posteriormente al mercado y obtener así una nueva línea de ingresos. En definitiva: todo un win-win.
ODS 6: Agua limpia y saneamiento
El tratamiento de las aguas residuales sigue siendo uno de los problemas más acuciantes en las áreas más densamente pobladas del planeta. A los evidentes problemas sanitarios, un saneamiento defectuoso tiene un impacto devastador sobre el medio natural y las especies animales con las que compartimos espacio.
El ODS 6 pone el acento en la necesidad de solucionar los problemas de saneamiento de una vez por todas antes de que concluya la década y garantizar un acceso universal y en condiciones de igualdad al agua.
Las empresas constructoras tienen la obligación de contribuir a una gestión sostenible de los recursos hídricos en sus proyectos y en diseñar proyectos constructivos que propicien una utilización eficiente del agua, empleando la tecnología para propiciar el ahorro de agua monitorizando su consumo.
IDP: proyectos de saneamiento en todo el mundo
Grupo IDP, una firma española de arquitectura e ingeniería, muchos otros, lleva años desarrollando proyectos de saneamiento que permitan un uso más eficiente del agua y permitan que las aguas residuales puedan ser reutilizadas.
Estos proyectos consisten en incorporar una red mallada de agua potable mediante conducciones de fundición dúctil y red separativa de aguas pluviales y residuales, de esta manera se quedan saneadas las aguas.
Recientemente en México instalaron un sistema de secado de lodos urbanos que permitió sanear el Río Santiago mejorando la vida de 3,3 millones de personas.
ODS 7: Energía asequible y no contaminante
Como ya hemos comentado, la demanda de energía del parque residencial español, dependiente en gran medida de los combustibles fósiles, es la causante del 30 por ciento de las emisiones contaminantes a la atmósfera.
Urge por tanto diseñar un plan que permita garantizar el derecho de los ciudadanos y las empresas a disfrutar de fuentes de energía seguras y baratas pero asegurando un compromiso ineludible con la lucha contra el cambio climático y la reducción de la huella medioambiental de hogares y empresas.
Por esta razón, el ODS 7 propone mejorar la eficiencia energética apostando por aumentar la investigación para propiciar tecnologías que fomenten las fuentes renovables y la inversión en modernizar la infraestructura energética.
Nueva Pescanova apuesta por la Energía Solar
La sostenibilidad es uno de los pilares de la nueva estrategia de negocio del Grupo Nueva Pescanova. La firma gallega ha diseñado un proyecto de transición energética que incluye la instalación de placas solares para la generación de energía limpia y barata. La firma gallega está utilizando las cubiertas de sus plantas para instalar paneles fotovoltaicos que contribuyan a reducir su huella de carbono y su factura eléctrica.
El objetivo no es solo aumentar la proporción de energía renovable dentro del mix energético del grupo empresarial, sino también modernizar sus plantas para que sean más sostenibles y eficientes.
ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico
España presenta una de las tasas más alta de siniestralidad de toda la Unión Europea después del aumento significativo experimentado durante la pasada década. Y el de la construcción es uno de los sectores con más accidentes laborales.
En 2010, la media de accidentes con resultado de muerte en la UE se situaba en 2,87 siniestros por cada 100.000 habitantes. La misma cifra que arrojaba España. Nueve años después, nuestros socios habían reducido los fallecimientos en obras hasta el 2,17, mientras que en España la cifra escalaba hasta las 3,2 muertes.
En cuanto a los accidentes no mortales, la brecha era todavía mayor a finales de la década: 3,7 frente a 1,7 accidentes laborales en la UE.
Para la ONU, las empresas deberían jugar un papel fundamental para garantizar la vida saludable y promover el bienestar de la población a través del desarrollo de planes internos que garanticen la higiene y seguridad laboral de los empleados y para que su actividad no tenga un impacto negativo sobre la salud de la población donde actúa. He aquí un ejemplo de que apostar por la seguridad laboral es posible.
TYPSA: una constructora sostenible comprometida contra la explotación laboral
Técnica y Proyectos SA (TYPSA) impulsó en 2019 una estrategia que puso el acento en mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en los distintos países en los que opera.
La creación de oficinas comerciales en países como Australia, Chile, Arabia Saudí, México o Suecia refrendó el compromiso de la compañía con sus empleados al asegurarse de la contratación de personal local en condiciones dignas, la mejora en la formación de los empleados y en las condiciones de seguridad y salud en el trabajo de acuerdo con las normativas.
A través de un Código de conducta específico, TYPSA también ha establecido controles en su cadena de valor para garantizar que las empresas subcontratadas no sólo sean aptas a nivel técnico, sino que también acrediten una trayectoria de respeto a los trabajadores y contra la explotación laboral.
En 2021, Typsa verificó que el 71 por ciento de sus subcontratas habían firmado el código ético de Typsa. El objetivo para 2022 es que lo firmen el 100%.
ODS 9: Industria, innovación e infraestructura
Naciones Unidas apuesta por que las empresas introduzcan la innovación como parte esencial de su estrategia. Para ello propone transformar los productos, servicios y los procesos internos siguiendo criterios de sostenibilidad.
Además, el ODS 9 considera fundamental que las empresas se doten de instalaciones y fábricas sostenibles que reduzcan su impacto ambiental y asegurar el bienestar de todos los empleados y los proveedores.
El empleo de la tecnología es crucial para reducir la huella de carbono en las empresas, reduciendo las emisiones de CO2 y la contaminación y promoviendo la eficiencia energética.
Fulton: Una sede del siglo XXI
Un ejemplo de la implantación del ODS 9 a nivel interno es el de Fulton, una empresa de ingeniería valenciana que lleva años apostando por la sostenibilidad y la innovación en sus proyectos. Como muestra de este compromiso, la reforma de sus oficinas centrales en el Parque Tecnológico de Paterna.
El proyecto apuesta por la eficiencia energética en relación al mantenimiento preventivo de los equipos de suministro para fomentar el ahorro y la incorporación de equipos e instalaciones de energías renovables realizados a través de una auditoría energética siguiendo la norma ISO 50001.
Además, la compañía tiene implantado un Sistema de Gestión Ambiental según la norma internacional ISO 14001 desde el año 2011 y desde el año 2018 está certificada en la norma UNE 216701 sobre Clasificación de Proveedores de Servicios Energéticos, que persigue que los usuarios puedan identificar claramente el proveedor más adecuado a sus necesidades garantizando la transparencia y fiabilidad en la contratación.
Steel framing: ejemplo de innovación
El acero es uno de los materiales de construcción más sostenibles que existen. Fundamentalmente debido a su durabilidad y a que su tasa de reutilización roza el cien por cien. De hecho, de cada diez toneladas de acero utilizadas en construcción se reciclan nueve. Todo un hito en sostenibilidad.
El denominado steel framing se ha convertido en uno de los métodos más innovadores de llevar el diseño de un edificio del papel a la realidad.
Cada vez son más las empresas que utilizan esta tecnología para acelerar la construcción con las máximas garantías de solidez, respeto al medio ambiente y eficiencia energética.
Este método, que no emplea ladrillos y cemento para levantar paredes, es un sistema de construcción compuesto de perfiles de acero galvanizado revestidas de cemento en el exterior y pladur en el interior. La tecnología permite el uso de aislantes que mantienen el calor o el frío de la vivienda. Su ligereza reduce el desperdicio de materiales y la tecnología facilita que puedan diseñarse a medida y cortarse y ensamblarse en la propia obra.
ODS 11: Propuestas para ciudades y comunidades sostenibles
El objetivo 11 de los ODS es, quizás, el que mejor encarna la relación entre construcción y sostenibilidad a través de un urbanismo respetuoso con nuestro entorno.
Naciones Unidas estima que en 2050 el 70 por ciento de la población vivirá en núcleos urbanos de más de 300.000 habitantes. Diez puntos más que en la actualidad. De ahí que uno de las necesidades más acuciantes sea garantizar unas condiciones mínimas dignas en los asentamientos urbanos.
La promoción de propuestas para ciudades y comunidades sostenibles apuesta por desarrollar, en el horizonte de 2030, ciudades sostenibles garantizando, entre otras, las siguientes metas:
- Asegurar el acceso de toda la población a viviendas, servicios y medios de transporte asequibles y seguros.
- Una urbanización inclusiva y sostenible
- Lograr la gestión sostenible y eficiente de los recursos naturales
- Reducir el impacto ambiental en los núcleos urbanos mediante el desarrollo de zonas verdes y espacios seguros e inclusivos.
¿Pueden las ciudades convertirse en constituir comunidades con entornos más sostenibles sin el concurso y complicidad del sector de la construcción? Evidentemente no. es imposible construir ciudades responsables medioambientalmetne sin levantar edificios sostenibles.
Cada vez son más las promotoras y constructoras que apuestan por soluciones urbanas que mejoran la planificación y la gestión de las urbanizaciones residenciales para hacerlas más inclusivas y sostenibles. Algo vital para brindar a la población una vivienda asequible, accesible, eficiente y segura y ajustarse a la demanda de Naciones Unidas de propuestas para ciudades y comunidades sostenibles.
La rehabilitación de un vial que cambió el destino de toda una ciudad
La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) ejecutó directamente en 2016 el proyecto de reconstrucción de una carretera que contribuye a entender el potencial que tiene el urbanismo y el diseño de infraestructuras en la consecución de los ODS.
Los técnicos de la ONU, con el respaldo del Gobierno jamaicano y el patrocinio del mexicano, proyectaron y construyeron un nuevo vial de 2 kilómetros de longitud para conectar a la ciudad de Riverton con el vertedero de residuos de la localidad.
El objetivo era mejorar la eficiencia en la recolección de residuos en las áreas urbanas del entorno.
Al mejorar la conectividad, los camiones de basura pudieron hacer desde entonces más trayectos al vertedero, lo que mejoró la salubridad de la zona al sustituir el viejo vial de tierra, cuyo polvo provocaba problemas respiratorios, por uno de hormigón que mejoró además el drenaje evitando peligro de inundaciones y la propagación de enfermedades transmitidas por las aguas fecales de la zona.
La calidad de vida de los habitantes mejoró sensiblemente lo mismo que la empleabilidad: durante la construcción de la carretera se crearon más de 300 empleos. Así de sencillo.
ODS 12: Producción y Consumo Responsables
El ODS 12 apuesta por modalidades de consumo y producción razonables y sostenibles para evitar el despilfarro de recursos. Es decir, tratar de hacer y producir lo mismo con menos manteniendo los mismos estándares de calidad de vida en la población y los mismos niveles de crecimiento para las empresas.
Para Naciones Unidas es fundamental el uso sostenible de los recursos empleados en la construcción y aspirar al reciclado de la totalidad de los materiales utilizados.
FCC, pionera en obtener el certificado Residuo Cero para la cosntrucción de edificios sostenibles
FCC se convirtió en 2020 en la primera constructora de nuestro país en obtener el certificado Residuo Cero que otorga AENOR y que garantiza una óptima valorización (reutilización, reciclado o valorización energética) de todos los restos que genera en la construcción de edificios sostenibles.
La compañía realizó un estudio pormenorizado de las fracciones de residuos que se generaban en el proyecto auditado por AENOR y del flujo de los mismos llevando a cabo un rediseño de procedimientos y procesos para su gestión en un contexto de economía circular.
FCC consiguió el certificado después de conseguir valorizar el 99,9 por ciento de todos los excedentes de obra generados en un proyecto de construcción en Torija (Guadalajara).
Entre otras medidas, la empresa procedió a la reutilización de los sacos de cemento, envió los residuos orgánicos de los trabajadores a un planta generadora de compost, consiguió la valorización energética de la ropa inservible de los trabajadores, utilizó en rellenos de otras obras los resudios de construcción y demolición y los residuos de madera fueron reutilizados para la fabricación de tableros de aglomerado.
ODS 13: Acción por el clima
El cambio climático es el mayor desafío medioambiental al que se enfrenta el planeta hoy en día. Todos los actores económicos y políticos tienen la obligación moral de reducir el calentamiento global.
Entre ellos el sector de la construcción, que ha de guiarse por la búsqueda de la reducción de emisiones hasta alcanzar la neutralidad carbónica, la eficiencia en el uso del agua y el respeto a la biodiversidad de todo el entorno donde opera.
Proyecto residencial sostenible: Certificación Aenor N
Para cumplir con éste y otros Objetivos de Desarrollo Sostenible, AENOR acaba de lanzar una nueva certificación para premiar a los promotores de edificios sostenibles: Aenor N Sostenible.
El certificado buscar premiar a aquellos fabricantes que adapten sus modelos de producción y toda la cadena de valor sobre los que se asientan a las normativas en materia de sostenibilidad y cumple con un enforque ambiental, social y de gobernanza.
Esta certificación permita los esfuerzos en sostenibilidad tanto la construcción de edificios de nueva planta como en la rehabilitación de inmuebles y supone un reconocimiento para aquellas empresas vinculadas a la edificación que están apostando por las nuevas tecnologías para buscar fórmulas que reduzcan la huella ambiental del sector.
Programas públicos para el impulso de la circularidad
A lo largo de los últimos años, las adiministraciones públicas se han volcado para propiciar la transición verde de las empresas consideradas más contaminantes hasta hace poco. Este es el caso de las compañías constructoras, que encuentran herramientas de financiación públicas para afrontar esta transición.
Un buen ejemplo es el programa Re-acciona Optimización de Procesos, impulsado por IGAPE, y que también se centra en la circularización y digitalización de la operativa de las empresas y que presta Inova.