Que la sostenibilidad ha pasado de ser una suma de ideas bienintencionadas fruto del altruismo de una parte minoritaria de la población y del sector empresarial para hacerse un hueco protagonista en las prioridades de la sociedad y la agenda política lo sabe todo el mundo.
Al igual que la lucha contra el cambio climático, que además de convertirse en urgente para todos los gobiernos ha demostrado ser una extraordinaria palanca para impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico.
Una I+D verde que ya ha sido bautizada como cleantech y que ha traído progreso, pero también ha abierto un vasto campo en el que los inversores más avezados buscan acomodar sus intereses para generar negocio.
De eso queremos hablaros hoy: de las cleantech, climatetech o clean technology. Que engloban a aquellas soluciones tecnológicas que están irrumpiendo con fuerza en el mercado y que buscan reducir el impacto del progreso humano sobre el medio ambiente. Pero también generar oportunidades para aquellos que han dedicado su esfuerzo investigador e innovador para avanzar en el camino del desarrollo sostenible. Y, por qué no, negocio para los que han apostado por ellas a través de sus inversiones.
Clean technology: todo un descubrimiento para los inversores
Y es que la noble lucha contra el cambio climático tiene también su reverso lucrativo. Que se lo digan a Larry Fink, CEO de Black Rock, el mayor fondo de inversión del mundo, que hace apenas un año declaraba que “los próximos 1.000 unicornios serán empresas que desarrollen hidrógeno verde, acero o cemento verde”.
Desconocemos la sensibilidad medioambiental del tiburón de las inversiones, pero estamos seguros de una cosa: Fink volvió a demostrar un fino olfato para detectar las oportunidades del mercado.
Durante 2022, los grandes fondos de inversión destinaron más de 80.000 millones de euros a proyectos tecnológicos con un componente medioambiental de lucha contra el cambio climático. Bien en su vertiente de transición y eficiencia energética, en la reducción de emisiones, en la de la movilidad sostenible o en la de la gestión de los residuos. Por poner solo cuatro ejemplos…
Uno de cuatro dólares invertidos por los grandes fondos para alimentar a los futuros unicornios tecnológicos están yendo a parar a startups que bien podrían encuadrarse dentro del sector cleantech. Y lo más importante: esto solo acaba de empezar…
En España se calcula que la industria necesitará invertir 85.000 millones anuales para descarbonizarse. Hagan cuentas y comprenderán las exigencias en esfuerzos de innovación tecnológica que supone tamaña tarea y el volumen de negocio que supondrá su desarrollo y explotación.
Las startups cleantech se acercan al millar en España
A princiios de 2023 El Referente y el Instituto de Comercio Exterior daban a conocer el número de empresas emergentes encuadradas dentro de las cleantech en España: 750. Casi una de cada tres (220) se han especializado en el desarrollo de soluciones que refuerzan la transición y el ahorro energético, mientras que las verticales agrotech y movilidad reúnen a 170 aproximadamente.
La radiografía de las cleantech se completa con datos que confirman la pujanza del sector.
- 30 aceleradoras focalizados en las clean technologies
- 25 corporaciones que impulsan proyectos bajo el paraguas de la sostenibilidad y la innovación
- 40 fondos especializados en el sector
Los expertos anticipan además que las bonificaciones fiscales que recoge la nueva Ley de Startups que entró en vigor a finales de 2022 podrían propiciar un mayor flujo de inversión hacia las empresas emergentes cleantech.
El filón de las energías renovables
En la relación de cleantech punteras llamadas a reconciliarnos con nuestro planeta que encontraréis bajo estas líneas no están todas las que son. No pretendemos hacer una lista exhaustiva pero sí representativa de lo que nos ha deparado la innovación en los últimos años y lo que nos espera en el futuro: tecnologías llamadas a revolucionar nuestra manera de convivir y de progresar como civilización.
Ventajas de la energía eólica marina: despliegue futuro en un 0,7 de las aguas españolas
La eólica no es, ni mucho menos, la más novedosa de estas tecnologías, pero sí una de las que mayores avances ha experimentado en los últimos años, propiciada sobre todo por el impulso de su vertiente marina. Los avances tecnológicos han permitido abaratar los costes del desarrollo de parques eólicos marinos y los proyectos de costas sembradas de molinos lideran las inversiones en renovables de los principales operadores e inversores.
Los Planes de Ordenamiento del Espacio Marítimo que ultima el Ministerio de Transición Ecológica prevén reservar el 0,7% de las aguas jurisdiccionales españolas para la instalación de la eólica marina. Todo ello previo paso por las correspondientes declaraciones de impacto ambiental llamadas a conciliar los proyectos eólicos con los intereses pesqueros y la conservación del medio ambiente.
Apuesta por la eólica offshore
La Hoja de Ruta para el Desarrollo de la Eólica Marina y las Energías del Mar presentada a finales de 2021 por el Gobierno de España prevé alcanzar antes de 2030 los 3 gigavatios (GW) de capacidad instalada. Una cifra muy inferior a la de los 10 de nuestros vecinos portugueses y muy por debajo de los 18 franceses.
El Ejecutivo español justifica su prudencia en que las características de la plataforma continental atlántica en la costa española dificultan la instalación de molinos fijados al lecho marino. Su profundidad obliga a apostar por la eólica flotante, que exige una mayor inversión y tecnología puntera.
Pese a estas dificultades, las autoridades españolas ya han recibido 35 solicitudes de impacto para otros tantos proyectos en nuestras costas, la mayoría de ellos en la costa gallega y cantábrica. Se calcula que el sector de la eólica offshore pueda aportar antes de que finalice la década cerca de 10.000 millones de euros al PIB nacional y 8.000 puestos de trabajo.
El objetivo es convertir a España antes de 2030 en un hub de referencia europeo para el desarrollo y prueba de soluciones offshore de eólica marina. Los primeros mimbres se colocarán muy pronto. De hecho, la primera subasta de esta tecnología en nuestro país se aguarda para el primer semestre de 2023. En ella se medirán proyectos como los presentados por Greenalia, Iberdrola, Grupo Cobra, Saitec o Bluefloat y Sener.
Un buen ejemplo de la pujanza de la energía eólica offshore es la reciente adquisición por Acciona del principal paquete accionarial de Eolink. La compañía francesa está especializada en el desarrollo de estructuras flotantes para la producción de energía eólica marina. Justo la tecnología necesaria para desarrollar la eólica marina en las aguas jurisdiccionales españolas que anhela Acciona.
Pero para desarrollar la eólica marina en nuestro país no hace falta recurrir a tecnología extranjera. La canaria X1Wind está considerada como una de las startups españolas más prometedoras en el sector de la generación de energía verde. La firma emergente pretende poner en marcha este mismo año su prototipo más ambicioso, la plataforma X30, capaz de dar servicio a turbinas de más de 25 vatios.
Energía undimotriz: ¿Cómo se genera?
La energía que generan las olas es otra tecnología que permite aventurar un desarrollo acelerado en los próximos años. Así lo atestiguan gobiernos como el español, que mencionan a ambas en el ya citado documento sobre las energías del mar.
La energía undimotriz puede aportar al mix energético nacional potencias de hasta 45 kW/m en la costa atlántica gallega, 30 en la cornisa cantábrica y 20 en el entorno de Canarias. Siempre y cuando, eso sí, se garantice la navegabilidad marítima y se solventen su posible impacto en el tráfico marítimo.
Los técnicos y el mercado prevén en los próximos años una explosión de proyectos de generación de energía undimotriz gracias al desarrollo de las tecnologías actualmente en fase de prototipado y a la reducción de los costes vinculados a los sistemas de anclaje de los dispositivos y del transporte de la energía a la red.
Un buen ejemplo es el proyecto de transición energética del Puerto de Leixoes, cercano a la localidad lusa de Oporto, en el que participaron especialistas en energías renovables de Inova para diseñar la hoja de ruta para reducir a cero sus emisiones antes de 2035. En él se contempla la instalación de una planta undimotriz en la zona portuaria junto a otras soluciones para generar energías limpias.
Mareomotriz, otra fuente de energía limpia
Las corrientes marinas son otra fuente de energía que no está pasando desapercibida para las empresas tecnológicamente más innovadoras. La Hoja de Ruta para el Desarrollo de la Eólica Marina y las Energías del mar identifica el Estrecho de Gibraltar y Galicia como las áreas de costa mejor dotadas para el desarrollo de tecnologías que aprovechen la energía cinética de las corrientes marinas.
El desarrollo de turbinas de última generación que aprovechan mejor la fuerza de las mareas permite aventurar un despliegue acelerado de esta tecnología en los próximos años. Una alternativa que se beneficia también por su escaso impacto sobre el ecosistema y el tráfico marítimo al ubicarse bajo el nivel del mar.
Las innovaciones están permitiendo reducir drásticamente el coste asociado a la generación y transporte de la energía a la red: en 2015 oscilaba entre los 470 y 1.020 €/MWh mientras que para 2030 se calcula que caerá hasta los 120 euros.
Los técnico prevén que el desarrollo de esta tecnología suponga un aldabonazo para las áreas industriales del entorno de Cádiz y Galicia, cuyos astilleros y cadenas de valor ligados a ellos podrían verse beneficiados en gran medida mejorando su competitividad y convirtiendo el desarrollo de estas soluciones de generación de energía en un “revulsivo a nivel local”.
La compañía vasca Arrecife energy systems ha desarrollado una tecnología que se inspira en los arrecifes de coral para sacar el máximo provecho de las corrientes marinas o fluviales para generar electricidad. En su última ronda de financiación consiguió arrancar 600.000 de distintos inversores para seguir desarrollando su tecnología.
Energía geotérmica, aprovechar el calor del planeta
Las fuertes barreras de entrada motivadas por la necesidad de realizar grandes inversiones que financien su desarrollo tecnológico han limitado en nuestro país el impulso a la energía geotérmica.
La extracción de energía del calor existente en las entrañas de la tierra continúa siendo residual en España. Sus ventajas son de todas formas evidentes: limpia, renovable, inagotable y disponible los 365 días del año 24 horas al día.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ha impulsado la investigación y el desarrollo de proyectos de aprovechamiento de la energía geotérmica fundamentalmente en Canarias para dar un nuevo impulso a una tecnología considerada indispensable en la transición ecológica. No obstante, esta tecnología necesita fuertes inversiones para impulsar la investigación que reduzca su coste de aprovechamiento.
Los subsuelos de Canarias, Andalucía y Cataluña son los más atractivos para aprovechar los recursos geotérmicos dadas las altas temperaturas que alcanza el subsuelo, según la Plataforma Tecnológica y de Innovación Española Geoplat. No obstante, esos recursos que podrían llegar a generar un a potencia equiparable a la de las centrales nucleares españolas se encuentran muy profundos, lo que obliga a realizar grandes inversiones.
Pero no todo está perdido. El aprovechamiento de la energía geotérmica para uso doméstico -agua caliente, calefacción o refrigeración- es más asequible, lo que abre un amplio campo para su aprovechamiento y explotación.
Cada vez son más las empresas interesadas en desarrollar proyectos de energía geotérmica para abastecer a hogares, que exigen menos inversión y en los que la tecnología existente es suficiente.
Además de las grandes petroleras, que disponen de los medios y la tecnología necesario para afrontar grandes perforaciones para sacar el máximo partido de la geotermia, los grandes inversores parecen muy interesados en dar el empujón final a esta tecnología.
El fondo de inversión respaldado por Bill Gates reservó su primera gran inversión en renovables a la energía geotérmica. Fervo Energy recibió en 2022 un total de 1.000 millones de euros del magnate para seguir apostando por la investigación en este campo.
Energía solar: apuesta por los nuevos materiales
La solar lleva décadas prometiendo ser la solución a la demanda de energía limpia. La principal batalla que se libra en la actualidad para abaratar su despliegue es el de los materiales.
En la pelea se encuentra Onyx Solar, una firma abulense regada con cerca de dos millones de euros el pasado año para continuar desarrollando vidrios arquitectónicos capaces de aislar térmica y acústicamente los edificios al tiempo que generan electricidad.
Plantas solares flotantes
China copa el 70 por ciento de las plantas solares fotovoltaicas flotantes. Ubicadas en la cercanía de la costa o en lagos o presas cercanas a centrales hidroeléctricas para aprovechar así las instalaciones que abastecen de energía a la red. Los especialistas calculan que el ritmo de despliegue de esta tecnología se mantendrá en un incremento anual del 20 por ciento en 2023 y 2024.
En España esta tecnología está todavía en pañales aunque destaca un proyecto experimental vinculado a la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), donde se ubicará una planta flotante a través de fondos europeos.
Aunque su instalación sigue siendo más cara que la ubicada en tierra, los avances tecnológicos son optimistas y calculan que las plantas solares fotovoltaicas flotantes podrían competir en igualdad de condiciones con sus gemelas en tierra a partir de la próxima década.
Eficiencia energética
Uno de las compañías españolas vinculadas a la cleantech con mayor futuro es Rated Power. La firma fundada por Andrea Barber, designada una de las líderes españolas de la próxima década, ha desarrollado un software capaz de automatizar el diseño de las plantas solares fotovoltaicas para hacerlas más eficientes.
El trabajo de Barber y su equipo, que hasta hace dos años habían conseguido levantar algo más de 70.000 euros en varias rondas de financiación no ha pasado desapercibido para los inversores ni para los gigantes del sector. La estadounidense Enverus desembolsaba a finales de 2022 70 millones de euros para hacerse con el control de la compañía.
Almacenamiento y gestión de la energía: baterías y materiales que mejoran el rendimiento
El almacenamiento de energía es uno de los ámbitos sigue siendo uno de los que avanza más rápidamente en la carrera tecnológica por la transición energética. La crisis energética se ha sumado a la preocupación por las emisiones contaminantes para dar un nuevo impulso a las compañías volcadas en garantizar una correcta gestión de la energía.
Ampere Energy desarrolla softwares para la monitorización avanzada del consumo eléctrico, sistemas de carga para vehículos eléctricos o soluciones de última generación para el almacenamiento de energía para el autoconsumo.
Otro ejemplo paradigmático es el de Graphenea, una firma vasca especializada en la fabricación de un componente fundamental para producción de baterías y células solares para la generación de energía: el grafeno. Graphenea copa el 15 por ciento del mercado mundial de este material empleado también en la industria aeronáutica, óptica o en la electrónica.
Muy relacionada con la automoción y el vehículo eléctrico, la navarra BeePlanet Factory ofrece soluciones de autoconsumo eléctrico empleando baterías de segunda mano extraídas de vehículos eléctricos tras su vida útil.
Movilidad sostenible: biogás y UAVs
La movilidad sostenible continúa siendo un filón para nuevas startups dado el interés mostrado por inversores y grandes compañías. Una de ellas es Be Gas, que desarrolla y fabrica motores impulsados por Gas Licuado de Petróleo y Biogas para alimentar los motores de camiones y autobuses urbanos. Hasta 2021 había conseguido obtener más de 15 millones de euros en distintas rondas de financiación.
Dentro de las nuevas formas de movilidad no podían faltar los drones. Dentro de los vehículos aéreos no tripulados FuVeX es una de las compañías españolas que más auge está teniendo en los últimos años merced a sus drones de largo alcance. Su tecnología es utilizada para la supervisión de redes eléctricas, operativos de salvamentos o inspección de cultivos.
Naturgy ha confiado en sus desarrollos para acometer una de sus actuaciones más ambiciosas: la digitalización de toda su red.