Para algunas personas, un reloj es una herramienta que da la hora; para otras, es una extensión de la aplicación para hacer ejercicio o de las redes sociales; para otras, es un monumento íntimo al ingenio humano; y para otras, es una señal de identidad y estatus social. ¿Crees que basta con saber de relojería para desarrollar un reloj que tenga éxito en esos cuatro grupos humanos?
El Design Thinking nos ofrece una respuesta a esa pregunta: además de saber de relojería, hay que entender a la gente que pretendemos que se ponga nuestro reloj.
Hablando más en general, en innovación, el Design Thinking es una manera de pensar y hacer que resulta efectiva cuando el factor humano interviene en algún sentido crítico; de manera especial, cuando se trata de hacer productos o servicios innovadores para públicos que los probarán por primera vez.
Parte de una máxima extraordinariamente simple: conoce a quien está del otro lado y comprueba si le gusta lo que le estás ofreciendo. Diseña con esa persona o grupo humano en el centro de tus prioridades.
¿Cómo se hace? Fases del ciclo del Design Thinking
A continuación, te contamos las fases del ciclo de Design Thinking con algunos consejos extra, para que puedas ponerlo en práctica en tu organización:
Investiga
Te encuentras ante un problema o una posibilidad. Trata de entenderlo no sólo desde el punto de vista técnico, sino también desde el humano; indaga en las perspectivas que tienen las personas relacionadas con el asunto, averigua sus expectativas, conoce sus necesidades. No te quedes en las primeras respuestas. Experimenta la situación para ver cómo reaccionas tú, cómo te sientes y qué te gustaría que pasara.
Define
Has juntado una gran colección de perspectivas y experiencias. Analízalas con detenimiento para ir quedándote con lo esencial, con aquello en lo que es posible actuar. Descarta sin temor. Continúa hasta desembocar en un único enunciado en el que se exponga claramente la naturaleza del problema: “cómo hacemos para que el público objetivo pueda conseguir aquello que lo satisface ahorrándole aquellos otros elementos que le molestan”. Sé concreto, para no perder de vista el reto, pero evita predeterminar el camino que deba seguir la solución.
Idea
Tienes un reto sólidamente definido, con un enunciado simple, conciso y que deja espacio a la creatividad. Lánzate a imaginar. No te preocupes demasiado por la viabilidad de las ideas; en esta fase, no hay errores ni límites. Entrégate a la ideación y, sobre todo, permítete jugar con los conceptos: combínalos, fracciónalos, dales la vuelta, acórtalos, estíralos, extrapólalos o interpólalos.
Prototipa y experimenta
Te has hecho con un caudal de ideas muy diverso. Prioriza las que mejor encajen con el reto y más visos tengan de poder realizarse. Sírvete de prototipos para comprobar si, en efecto, esas novedades y modificaciones provocan en el público objetivo el efecto deseado o si, por el contrario, ocasionan reacciones imprevistas. Aprende de lo que vayas observando y ve refinando la solución a base de prueba y error. Procura que los prototipos iniciales sean rápidos y baratos de hacer, porque la incertidumbre en ese momento será máxima; vete complicándolos y arriesgándote progresivamente, a medida que vayas validando cada vez más aspectos de la solución.
Lanza
Has alcanzado un hito clave en el desarrollo de tu producto o servicio: te das cuenta de que se puede seguir mejorando, pero también has comprobado que logra una respuesta satisfactoria en el público objetivo. ¡Al agua sin perder un segundo! Lánzalo al mercado y haz que el modelo de negocio empiece a funcionar en su totalidad.
Itera
Ha tenido lugar el lanzamiento y tu producto o servicio está en el mercado. Recomienza, no te salgas del ciclo. Investiga, define, idea, prototipa e implementa, una y otra vez, para continuar mejorando y transformando.
¿Cuáles son las ventajas del Design Thinking?
Se pueden resumir las ventajas del Design Thinking de la manera siguiente:
- Se centra en entender las necesidades insatisfechas o no descubiertas de personas para transformarlas en oportunidades de negocio.
- Es una herramienta que refuerza la capacidad de adaptación de las organizaciones frente a los cambios internos y externos ofreciendo métodos y técnicas para la comprensión de problemas y búsqueda de soluciones.
- Es una forma de pensamiento que puede adoptar toda la organización, integrándose como parte de la cultura empresarial, lo que promueve la creatividad, la colaboración y la resolución de problemas centrada en el usuario
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